El ejecutivo español es candidato a dirigir la aerolínea SAS

Tras ocho años dentro del grupo IAG, el bilbaíno Álex Cruz se ha desvinculado totalmente del grupo hispano-británico al abandonar la presidencia no ejecutiva de British Airways (BA).

La ruptura permitirá a Cruz, de 55 años de edad, el inicio de una nueva etapa profesional. Ahora mismo, es uno de los candidatos a asumir el puesto de consejero delegado en la aerolínea escandinava SAS.

El pasado mes de octubre, IAG retiró a Cruz sus funciones de consejero delegado en BA, que venía desarrollando desde 2016. Sin embargo, se mantuvo como presidente no ejecutivo, para facilitar la transición y el traspaso de poderes a su sustituto, Sean Doyle.

Fuentes cercanas a la empresa indican que, una vez concluido ese proceso, es lógico que Cruz salga definitivamente del consejo de administración de BA. El propio Doyle asumirá la presidencia, añadiéndola a sus funciones de primer ejecutivo. La vicepresidenta es Alison Reed, una consejera independiente.

Álex Cruz era consejero delegado de Vueling cuando IAG, que ya poseía el 45% de esa aerolínea española a través de Iberia, lanzó una opa por el resto del capital en 2013. Tras la operación, Cruz siguió en ese cargo y tres años después fue ascendido a máximo ejecutivo de BA por el entonces consejero delegado de IAG, Willie Walsh.

Pese a elevar la rentabilidad de la aerolínea británica de bandera antes de la pandemia gracias al ajuste de costes, varias polémicas quemaron las opciones de Cruz para suceder a Walsh. El puesto fue para Luis Gallego, quien en Vueling estuvo durante una etapa trabajando para Cruz.

Después de que Cruz lanzara un fuerte programa de reestructuración en BA el año pasado para afrontar el Covid, Gallego optó por cambiar de máximo ejecutivo en la filial británica.

Según el informe anual de BA, el consejero ejecutivo mejor remunerado el año pasado percibió un millón de libras (1,15 millones de euros).

Fuente: Expansión.