El ‘boom’ solar dispara los precios de las fincas rústicas en España.

El despliegue masivo de instalaciones fotolvaicas multiplica hasta por cuatro el alquiler de una hectárea en el campo, especialmente las más cercanas a líneas de transmisión.

De la España vaciada, a la España de oro. Y todo ello en apenas dos años. Esta sería una de las conclusiones que sacaría un analista inmobiliario con solo ver lo que está ocurriendo con los precios de las fincas rústicas en España.

Donde antes había tierras eriales que no servían ni para barbecho, ahora se cotizan como si fueran zona urbana comercial. Si además están cerca de un nudo de conexión de Red Eléctrica (REE) fácil de acceder, el precio se multiplica aun más.

Es la otra cara de la moneda del boom fotovoltaico que está ocurriendo en España. Los precios por hectárea en el campo, donde más fácilmente se pueden poner esas instalaciones, se ha disparado hasta límites estratosféricos, multiplicándose por tres e incluso por cuatro sobre todo en los últimos meses, cuando el Gobierno cambió la regulación para permitir el despliegue masivo de fotovoltaicas.

A 2.100 euros

En apenas 24 meses, el precio del alquiler anual por hectárea rústica, especialmente en las regiones más soleadas, ha pasado de una media de apenas 600 euros a más de 2.000 ó 2.100 euros. Los precios de compra -aunque es menos habitual- también se ha disparado de la misma manera hasta más de 35.000 euros por hectárea.

En la práctica, se estaría pagando ahora ya tanto o más de alquiler o compra en el campo para instalar fotovoltaicas que para olivos, uno de los cultivos más costosos. La especulación está haciendo el resto. En el sector explican que han surgido empresas, o «agentes de mercado», por llamarlos de alguna manera, especialistas en prealquilar fincas para después realquilarlas a precios mayores a los promotores fotovoltaicos. Están acaparando los mejores emplazamientos para después ganar dinero con la reventa. Su operativa se basa en buscar las fincas más cercanas a las líneas de transporte de luz de Red Eléctrica. Esta es la compañía que gestiona las redes de alta y media tensión en España. Esas redes sirven a todas las instalaciones de renovables para evacuar la luz que producen.

Las redes de Red Eléctrica y sus subestaciones son fácilmente identificables a simple vista o consultando la estructura de las instalaciones de la compañía en su página web. La propia empresa, en un ejercicio de transparencia, da todos los detalles de sus instalaciones de forma online.

Sustos a futuro

Incluso actualiza cuales de esas instalaciones son ampliables y cuales no en función de la demanda de fotovoltaicas y otras renovables que se está produciendo. Por ejemplo, la semana pasada había 27 subestaciones de 400 kilovoltios disponibles en otros tantos emplazamientos a lo largo de la península, según explicaba Red Eléctrica en su web, citando en qué localidades o términos municipales estaban. Desde algunas asociaciones sectoriales, como Unef, han empezado a alertar de que la especulación inmobiliaria en las fincas puede provocar sustos a futuro. Están posicionándose todo tipo de empresas en el mercado, algunas de dudosa solvencia o continuidad. Pueden provocar un serio problema a los propietarios de las fincas si finalmente no son capaces de atender los pagos que vienen en las cláusulas de los contratos, normalmente a muy largo plazo. Los alquileres para fotovoltaicas se firman de media a 15 o 20 años como mínimo.

2 hectáreas por megavatio

Son contratos muy voluminosos porque afectan a miles de metros cuadrados (ver información adjunta). Aunque puede oscilar en función de la instalación, en el sector se considera que por regla general el despliegue de un megavatio de planta fotovoltaica requiere una media de dos hectáreas, es decir, 20.000 metros cuadrados.

Es el equivalente a casi tres campos de fútbol. Según los últimos datos de Red Eléctrica, en España hay en estos momentos 10.200 megavatios de fotovoltaicas. Es decir, estarían ocupando alrededor de 204 millones de metros cuadrados. Sería la décima parte de la provincia de Badajoz, la más grande en España por extensión.

El problema no son las fotovoltaicas que ya están construidas sino las que vienen. Según los datos de Red Eléctrica, en España hay concedidos ahora mismo permisos de acceso para 97.000 megavatios. Además hay otros 24.800 megavatios que han pedido permiso y se les está tramitando. A otros 98.000 megavatios se les ha denegado, pero podrían volver a intentar pedir permiso.

Se necesita una Guipúzcoa

Con que solo se instalaran los 97.000 megavatios a los que se les ha dado permiso de acceso a la red de Red Eléctrica, se necesitarán 194.000 hectáreas de terreno. Es decir, 1.940 millones de metros cuadrados. Prácticamente habría que dejar vacante una provincia como Guipúzcoa -la más pequeña de las de Península- para instalar fotovoltaicas a lo largo de la próxima década o década y media.


Fuente: Expansión.