Rodrigo Buenaventura y Montserrat Martínez Parera conocen muy a fondo la CNMV. La buena sintonía entre ambos facilitará la superación de los retos de la Comisión de Valores.
El Gobierno está a punto de culminar la sustitución de los principales responsables de los organismos supervisores independientes que tienen competencias sobre asuntos económicos. Si hace unos meses procedió a nombrar a Cani Fernández al frente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al haber finalizado el periodo de seis años para el que había sido nombrado José María Marín Quemada, el viernes pasado la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, hizo público que el Consejo de Ministros de mañana martes acordará la designación de Rodrigo Buenaventura como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en sustitución de Sebastián Albella, y de Montserrat Martínez Parera como vicepresidenta, puesto que hasta ahora ha ocupado Ana María Martínez Pina. Para que sean firmes estos nombramientos es necesario que la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados examine a ambos para ver si puede haber conflictos de interés y, una vez pasado ese trámite, será el Consejo de Ministros de nuevo quien finalmente les nombre para los siguientes cuatro años.
En algún sector del mercado existía el temor a que la salida de Albella fuera aprovechada por el Gobierno para poner al frente de la CNMV a personas no tanto vinculadas a las actividades que debe controlar la comisión (transparencia en las operaciones, ausencia de información privilegiada, protección de los usuarios de los productos y servicios financieros y de las compañías que prestan esos servicios fundamentalmente) como más cercanas a la actual Administración aunque carecieran de experiencia en el sector.
El tiempo lo dirá en todo caso pero, por el currículum de las dos personas elegidas por Calviño, todo indica que la vicepresidenta del Gobierno ha vuelto a inclinarse, lo mismo que hizo en su día en el caso de la CNMC, por expertos vinculados profesionalmente con la CNMV durante buena parte de su carrera profesional, con experiencia demostrada fuera de la institución y sin vinculación con los aparatos políticos de los partidos que conforman la actual mayoría parlamentaria.
Así lo han reconocido, en público y en privado, distintos actores del mercado, del mundo jurídico relacionado con las actividades mercantiles e incluso personas que, en la actualidad desarrollan su actividad profesional en el mundo de las empresas, pero que en su momento ocuparon puestos políticos de responsabilidad como el expresidente de la Comunidad de Madrid y ex alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, quien declaraba que «hay que felicitar el Gobierno por estos nombramientos ya que además de recaer sobre personas de una elevada valía profesional van a proporcionar una sólida seguridad jurídica» con sus actuaciones.
Cuando el anterior Gobierno nombró hace cuatro años a Sebastián Albella como presidente se destacó de este movimiento el hecho de que la persona elegida tenía un profundo conocimiento del funcionamiento de la comisión ya que había sido el principal redactor de la ley que la creó y durante años había sido su secretario general. Además, Albella había desarrollado el resto de su carrera profesional en el mundo jurídico de las compañías y participado activamente en numerosas operaciones corporativas. Conocía el mercado y su funcionamiento se señalaba. Y no tenía vinculaciones políticas.
Ahora pasa lo mismo con Buenaventura y Martínez Parera. El futuro presidente ha trabajado en la CNMV durante dos periodos ocupando cargos de responsabilidad. El último de ellos, que mantiene hasta que tome posesión de la presidencia, es el de director general de mercados. Entre ambos fue director de mercados de ESMA, la CNMV europea. Buenaventura trabajó anteriormente en la consultora AFI. Martínez Parera también ha trabajado en la CNMV siendo la jefa de gabinete del vicepresidente Fernando Restoy y posteriormente de este pero también del presidente Julio Segura. Cuando estos cumplieron su mandato se fue con Restoy al Banco de España, donde ocupó el mismo puesto de responsable del gabinete del subgobernador. Desde 2018 dirige la oficina de presidencia de CaixaBank y en sus inicios profesionales trabajó en BBVA.
Los retos a los que se van a enfrentar en sus nuevos cargos son tan importantes como volver a conseguir que regresen las salidas a Bolsa de empresas nacionales, adaptar la normativa comunitaria o la realización de las pruebas de esfuerzo a los fondos de inversión. Sin duda también será el momento de que se intente clarificar todo el modelo de supervisión del sector financiero, hoy segmentado en tres organismos: la CNMV, el Banco de España y la Dirección General de Seguros en el que las tres instituciones tienen competencias cruzadas. En la anterior legislatura el Gobierno quería impulsar la creación de un cuarto supervisor, la Agencia de Defensa del Consumidor de Productos Financieros. No ocurrió así porque se disolvieron las Cortes y hubo elecciones legislativas. Es el momento de que se decida finalmente si se camina en ese sentido o si, por el contrario, se simplifica el esquema y se camina hacia un modelo con dos supervisores: el de solvencia que radicaría en el Banco de España, y el de protección al consumidor que debería estar radicado en la CNMV.
Tradicionalmente los Gobiernos buscaban que no hubiera necesariamente un buen clima de trabajo entre el presidente y el vicepresidente de la CNMV. Son numerosos los enfrentamientos entre las personas que ocuparon estos cargos, hasta el punto de que en algunas ocasiones llegaron a una ruptura prácticamente total. Eso a pesar de la relativa corta edad que tiene la institución. En realidad solamente el tándem formado por Julio Segura y Fernando Restoy funcionó no solo sin que hubiera esos enfrentamientos entre ambos sino todo lo contrario. Buenaventura y Martínez Parera se conocen desde hace tiempo; han coincidido ambos durante años en la CNMV y existe la predisposición a que los próximos cuatro años se distingan por una buena relación entre ambos.
Fuente: Expansión.