Cepsa vende las centrales eléctricas para acelerar su reestructuración.

El grupo pone en venta sus centrales térmicas dentro del plan estratégico, a punto de ser lanzado, en el que sería el mayor traspaso en bloque de este tipo de activos en España.

Cepsa, la segunda petrolera en España, tras Repsol, ha colgado el cartel de ‘Se vende’ a sus centrales térmicas de producción de electricidad.

El proceso se encuadra dentro de su plan de transformación hacia las energías renovables. Cepsa tiene intención de presentar un nuevo plan estratégico antes de agosto. Será el primero que lanza Philippe Boisseau, que se incorporó a Cepsa como primer ejecutivo en otoño de 2019, en sustitución de Pedro Miró. El plan se ha ido retrasando por la inestabilidad de los mercados de hidrocarburos primero, y por la pandemia del Covid después, pero fuentes del sector indican que ya está a punto y podría ser presentado de forma inminente.

El cartel de ‘Se vende’ ya está puesto sobre las centrales de cogeneración, que suman ocho instalaciones con más de 300 megavatios (MW). También podría extenderse a otra central de ciclo combinado.

Fuentes del mercado estiman la operación en el entorno de, al menos, los 200 millones de euros. Con este paso, Cepsa da un impulso a su nueva estrategia, que se centrará en la descarbonización de sus procesos productivos y en la apuesta decidida por las renovables.

La mayor venta en bloque

De completarse la operación en su totalidad, Cepsa marcaría un hito en el sector porque sería la mayor venta en bloque de un lote completo de activos de centrales térmicas en España.

En concreto, Cepsa cuenta en estos momentos con ocho centrales de cogeneración situadas en sus refinerías y plantas industriales, que tienen una capacidad instalada total de 320 megavatios. Son las instalaciones de Cogeneración La Rábida (49,9 MW), Gegsa I (37 MW), Gegsa II (37 MW), Getesa (41,3 MW), Gemsa (27 MW), Lubrisur (39,2 MW), La Rábida II (49,4 MW) y Cotesa (38,2 MW). Además, tiene una central de ciclo combinado de una capacidad de 388 MW.

Tanto las centrales de cogeneración como el ciclo combinado están pegados a los centros petroquímicos de Cepsa. El grupo tiene tres refinerías situadas en Huelva, Gibraltar-San Roque y Tenerife. Y dispone de plantas químicas en Puente Mayorga (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva).

El caso de Cepsa no es un hecho aislado. Todas las centrales térmicas en España están en reconversión o en proceso de revisión. Sean de ciclo combinado, de cogeneración, de carbón o nucleares. Las nucleares ya tienen un plan de cierres, entre 2027 y 2035. Las de carbón ya están todas en proceso de cierre o desmantelamiento. Quedarían las de ciclo combinado y la cogeneración.

La central de ciclo combinado quema gas para calentar agua y con el vapor y los gases de la combustión mover turbinas de producción eléctrica. La cogeneración utiliza el calor sobrante de un determinado proceso productivo para calentar agua y con el vapor mover una turbina eléctrica. Tanto los ciclos combinados como la cogeneración no atraviesan su mejor momento. La carrera del sector hacia las renovables está provocando que queden desplazadas del sistema eléctrico. Eso, unido a una merma en los mecanismos de compensación económica del que se nutrían, ha hecho que queden en unas condiciones difíciles de competir. Con todo, ese tipo de centrales son necesarias para apuntalar el sistema eléctrico y cubrir la falta de continuidad en la producción que tienen las renovables, dado que las eólicas solo generan luz cuando hay viento, y las fotovoltaicas solo cuando hay luz solar directa. La nueva regulación que prepara el Gobierno para realizar subastas y cubrir esas deficiencias, mediante un mecanismo de subastas, puede dar una nueva vida a esas centrales. Uno de los problemas de cualquier central en España es que, por ley, son difíciles de cerrar. Se necesita seguir un largo proceso burocrático para ello.

CARRERA CON REPSOL POR BUSCAR SOCIO EN GASOLINERAS

A pesar de que Cepsa ha ido retrasando el lanzamiento de un nuevo plan estratégico, el grupo no ha parado y sigue dando pasos de calado para reordenar sus actividades. Uno de los proyectos en los que sigue trabajando la compañía es analizar fórmulas para potenciar su red de gasolineras.

Una opción es la incorporación de un socio financiero. Sería una manera de conseguir más músculo económico para abordar un relanzamiento de las estaciones de servicio. Cepsa cuenta para ello con el asesoramiento de BNP Paribas. Cepsa tiene algo más de 1.500 estaciones de servicio. La red de Cepsa supone el 13% de todas las gasolineras que existen en España. Es la segunda infraestructura de estaciones de servicio en el país, tras la de la marca Repsol, que cuenta con 3.354 puntos de suministro de hidrocarburos.

El sector de gasolineras está viviendo una transformación de calado por la aparición, en apenas unos años, de retos comerciales históricos. Al surgimiento de las gasolineras low cost, que no han parado de crecer, se suma la moda de las mal llamadas gasolineras fantasmas (de autoservicio, sin personal o con muy pocos empleados). Dentro de poco, además, las gasolineras tendrán que ser también electrolineras. Todo ello va a suponer una gigantesca reforma de la red comercial, para que las gasolineras sean algo más que puntos en los que despachar carburantes.

Deberán ser centros desde los que suministrar todo tipo de servicios energéticos (luz y gas, además de hidrocarburos) y otros productos. Cepsa compite con Repsol en la búsqueda de socios ya que esta petrolera también está tratando de incorporar a un fondo o grupo de fondos a su filial comercial, que gestiona la red de gasolineras.

CARLYLE

La operación forma parte de la revisión estratégica que emprendió Cepsa desde que The Carlyle Group se asoció con Mubadala y tomó una participación del 38,5% en la compañía. El año pasado el grupo reorganizó su cúpula.


Fuente: Expansión.