La vacuna ya aumenta la estimación de beneficios en EEUU pero no en Europa.

Ha mejorado un 5% en el S&P 500 de cara a 2022.

El mercado ya venía desde hace meses poniendo en precio una recuperación generalizada del escenario económico. Sin embargo, esta recuperación descansaba más en una esperanza que en una realidad ya que todavía no había indicadores fiables de que habíamos pasado el peor momento. Ahora, sin embargo, con el anuncio de la efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna (sin olvidar que otras llegarán a este punto antes o después), parece más palpable que el próximo año asistiremos a una vacunación progresiva de la población que nos permita aliviar las medidas restrictivas que habían parado en seco una gran parte de la actividad económica.

Esta nueva realidad también ha de trasladarse a los beneficios empresariales para que la recuperación sea efectiva, algo que ya se ha empezado a ver en Estados Unidos, aunque no así en Europa. Según las estimaciones de BPA (beneficio por acción) del consenso de analistas que recoge FactSet, estas previsiones han rebotado en el S&P 500 un 3,4% para 2021 y un 5,1% para 2022 desde que tocaron suelo en julio y junio, respectivamente. En el caso del Stoxx 600, este dato apenas se ha movido desde mínimossolo un 0,4 y un 0,3% desde los registros más pesimistas, que se dieron a mediados de octubre.

Natalia Aguirre, analista de Renta 4, cree que la vacuna «puede ser un punto de inflexión», aunque «no sé si tanto como para empezar ya a revisar al alza los BPA», matiza. «Sí debe servir, sobre todo, para frenar posibles revisiones a la baja que esperábamos antes del anuncio de Pfizer dado que el cuarto trimestre estaría nuevamente afectado por los confinamientos en Europa», añade la experta. «Veremos si las expectativas de vacuna y el ver la luz al final del túnel permite contrarrestar el impacto negativo de que la macro va a empeorar en el corto plazo antes de mejorar», agrega Aguirre.

«En general, yo creo que ya se asumía la proliferación de las vacunas a lo largo de 2021, por lo que no esperamos una subida generalizada de las previsiones salvo en los sectores más afectados como el turismo», apunta Nicolás López, director de mercados de Singular Bank. «El posible proceso de mejora de las previsiones será, en todo caso, gradual, en función de la recuperación de la economía y no tanto ligado a un acontecimiento único como el anuncio de una vacuna», arguye López.

La diferencia de visión de los analistas entre lo que se espera en Estados Unidos y el Viejo Continente, aunque no dejan de tratarse de 5 puntos porcentuales, es sintomática de cómo está cada mercado. Y es que solo hay que mirar lo que han hecho sus respectivas bolsas en 2020. La referencia americana, el S&P 500, se anota ya cerca de un 12% en este periodo mientras que el Stoxx 600 cede un 6% (un 7% en el caso del EuroStoxx), 18 puntos de diferencia en estos casi 11 meses. En Europa, la única plaza que está sorteando las pérdidas es la alemana, que solo ha perdido un 0,4% en el año. Aguirre opina que «la razón fundamental de que se haya dado esto es el mayor grado de confinamiento y restricciones a la movilidad en Europa con respecto a Estados Unidos».

Un golpe el doble de duro.

Si las expectativas de los expertos se mantienen como están a final de año, el beneficio por acción en el Stoxx 600 caerá más de un 28% con respecto al año pasado, hasta los 18,5 euros. Este descenso doblaría la caída prevista para el S&P 500, que según estos datos se quedaría por debajo del 15%. «En Estados Unidos ha imperado el tono más resistente de su economía, el menor impacto de la pandemia y el elevado peso de los sectores menos expuestos, como puede ser el tecnológico», apunta el analista de Singular Bank. «Mientras, en Europa, los recortes de previsiones han cesado pese a la segunda ola de coronavirus que sí está deteriorando el escenario macro«, explica el experto.

No es la primera vez que esto sucede. Durante la crisis financiera iniciada en 2008 ya vimos un mayor impacto en Europa pese a que tuvo su origen en la banca estadounidense. Mientras que el beneficio del S&P 500 cayó un 19% y un 13% en 2008 y 2009, respectivamente, en Europa el golpe fue del 22 y el 25%. De hecho, es paradójico que el Stoxx 600 todavía no haya recuperado los niveles de 2007 mientras que el mercado americano los superó con creces en 2011, tan solo cuatro años después de dicha fecha.

Alemania se queda como la más ‘barata’.

Una de las principales derivadas de que al menos en Estados Unidos se haya frenado definitivamente la sangría de recortes de ganancias es que los multiplicadores de beneficios, esencialmente el PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) vuelven a ganar credibilidad en el mercado y servir para tomar decisiones de inversión cosa que hasta ahora era difícil por su constante volatilidad. En este sentido, Europa ya está cotizando a 17 veces su beneficio esperado para el año que viene, siendo su plaza más barata la alemana, que precisamente ha sido la menos castigada en bolsa. «De cara al futuro, creemos que el mercado favorecerá las acciones de valor y procíclicas, así como las acciones de pequeña capitalización, que son las más influenciadas por las mejoras de la economía», explica Álvaro Cabeza, director de UBS AM en Iberia. En Schroders creen que, en general, «todas las bolsas están caras, aunque también lo están otros activos como la deuda o el oro».


Fuente: El Economista.