BBVA y Sabadell rompen las negociaciones para su fusión.

BBVA y Sabadell han comunicado a la CNMV que han dado por finalizadas las conversaciones para su fusión. Los dos bancos han roto los contactos apenas dos semanas después de iniciar formalmente la negociación, debido a la falta de acuerdo en los términos económicos. Sabadell reacciona al anuncio con caídas en Bolsa que han llegado a rozar el 20%, mientras que BBVA registra avances.

El final por sorpresa de las conversaciones se ha acelerado al no lograrse un consenso sobre «la eventual ecuación de canje de las acciones», según ha apuntado Sabadell. En la misma línea, fuentes próximas a BBVA han remarcado que ha sido la falta de acuerdo en los términos económicos lo que ha impedido que la fusión salga adelante. Las mismas fuentes han descartado que las divergencias sobre el gobierno corporativo y el reparto de poder en el nuevo grupo hayan sido el detonante de la ruptura.

BBVA y Sabadell anunciaron el inicio de conversaciones el 16 de noviembre, después de varios meses de especulaciones de mercado y contactos informales entre las entidades para su posible integración.

Los dos bancos, cuyos equipos negociadores y asesores estaban desarrollando actualmente los trabajos de due dilligence (revisión interna), contaban inicialmente con poder alcanzar un pacto antes de Navidad, pero las conversaciones se han tensado en los últimos días por las discrepancias sobre los aspectos económicos. El mercado venía barajando que BBVA podría llegar a pagar una prima de en torno al 30% sobre la valoración de Sabadell antes de anunciarse los contactos de fusión el 16 de noviembre, jornada en la que la entidad catalana se disparó un 25% en Bolsa. También estaba sobre la mesa decidir si la operación se articularía mediante un canje de títulos o con un pago en efectivo. Sabadell ha considerado insuficiente la oferta de BBVA y se ha roto el proceso.

El reparto de poder del grupo fusionado no habría sido el elemento central de la ruptura. Estaba previsto que Carlos Torres, presidente de BBVA, siguiera al frente del nuevo grupo manteniendo el cargo de presidente ejecutivo, si bien BBVA estaba dispuesto a ofrecer una vicepresidencia no ejecutiva a Josep Oliu, presidente ejecutivo de Sabadell.

En plena nueva ola de consolidación bancaria, la fusión hubiera dado lugar a un grupo financiero con más de 950.000 millones en activos, de los que cerca de 600.000 millones se concentrarían en España, donde la entidad iba a situarse como segundo grupo del país por detrás del nuevo CaixaBank.

Nueva hoja de ruta para las entidades

Tras cancelarse la fusión, BBVA y Sabadell deberán definir al mercado sus planes de futuro. La entidad catalana, que lleva tiempo bajo el foco de los analistas, ha anticipado que prepara una hoja de ruta en solitario, cuyos detalles ofrecerá en el primer trimestre de 2021. Con todo, ha dejado entrever que acelerará el programa de reducción de costes (actualmente negocia la salida de 1.800 empleados) y venderá sus negocios en el exterior, incluido TSB, la filial británica que compró en 2015 por 2.300 millones de euros y que no ha logrado rentabilizar.

«Sabadell está en condiciones de anticipar que el plan contemplará, entre otras medidas, la ampliación del programa de eficiencia y transformación en el mercado retail en España -con impacto neutro en el capital- y analizará con sus asesores alternativas estratégicas de creación de valor respecto a los activos internacionales del grupo, incluyendo TSB», ha dicho.

Por lo que respecta a BBVA y tras su salida de EEUU, la fusión con Sabadell iba a permitir al grupo reequilibrar sus negocios hacia mercados maduros y limitar la dependencia de emergentes. A este respecto y tras oficializarse la ruptura con Sabadell, BBVA ya ha señalado que está cómodo con su presencia en Turquía, enfriando las especulaciones sobre un aumento de su participación en Garanti, donde ahora controla cerca del 50% del capital.


Fuente: Expansión.