Las bolsas mundiales han dejado claro en el arranque de esta semana dónde estaba puesto el foco de la mayor parte de los inversores, al celebrar con euforia el anuncio de los resultados del último ensayo clínico de la vacuna de Pfizer, un hito que parece haber puesto en cabeza a la farmacéutica estadounidense en la carrera hacia una solución sanitaria con la que poder inmunizar a los ciudadanos de forma generalizada.

El selectivo español cerró el lunes en los 7.459,4 puntos, con una subida diaria del 8,57% que reduce las pérdidas anuales hasta el -21,88%. El avance del EuroStoxx 50 fue del 6,36%, hasta los 3.407,91 puntos, con lo que reduce las pérdidas anuales a un solo dígito, del -9%.

El índice alemán recuperó un 4,94% en la jornada, hasta los 13.095,97 puntos y llegó a ponerse en positivo en el año durante la sesión, cerrando finalmente con un balance anual del -1,1%. En cuanto al FTSE Mib y el Cac francés terminaron el lunes con avances del 5,43 % y 7,57%, y en lo que va de año pierden un 11,7% y 10,7%, respectivamente.

El Ibex tiene más que celebrar.

La reacción de las bolsas no deja atisbo de dudas: es una de las noticias más importantes de los últimos años para los mercados, y la que más esperaban los inversores en este momento. Las subidas que han experimentado las grandes bolsas a ambos lados del Atlántico, en Europa y Estados Unidos, son prueba de ello. Los avances del Ibex 35 han sido especialmente fuertes: no vivía una jornada tan positiva desde el año 2010, antes incluso del momento crítico de Mario Draghi, con su famoso Whatever it takes, y ha sido la cuarta sesión más alcista de la historia del selectivo español.

El índice español no vivía un día tan alcista como el de ayer desde que en 2010 el Eurogrupo consiguió acordar el mayor paquete de ayudas de la historia, de 750.000 millones de euros, para solventar los problemas de solvencia de algunos de los países de la zona euro, como Grecia. Ese día, el 10 de mayo de 2010, el índice celebró las noticias cerrando la jornada con una subida del 14,43% que a día de hoy sigue siendo récord histórico para el selectivo español.

El índice español no era tan alcista desde el 10 de mayo de 2010.

Ahora, el elevado peso de la economía española de sectores especialmente castigados por las medidas para frenar el coronavirus, como el turismo y los viajes, hace que la bolsa española sea una de las más beneficiadas por la noticia de los avances de la vacuna, que proyecta un horizonte más alentador para la situación macro de nuestro país. En Europa las subidas de los grandes índices no dejaron récords tan llamativos como los del índice español, con el Stoxx 600, el EuroStoxx 50 y el Cac 40 francés cerrando la segunda sesión más alcista del ejercicio, y la tercera en el caso del Dax alemán y del FTSE Mib italiano.

Nuevos máximos en EEUU.

Aunque las bolsas europeas todavía tienen un hueco que cerrar frente a las estadounidenses, que han tenido un comportamiento mucho más positivo en lo que va de año, las subidas no se limitaron a las principales plazas del Viejo Continente. En Estados Unidos las subidas que venían experimentando los futuros sobre las bolsas del país se materializaron en la apertura de la sesión bursátil, con avances que, a media sesión de Wall Street eran del 2,86% para el S&P 500, hasta los 3.609,95 puntos, un nuevo máximo histórico para el mayor índice de bolsa mundial por capitalización.

En el Dow Jones industrial las subidas se mantenían en el 4,69% durante la jornada, hasta los 29.652 puntos, y del 0,3% para el Nasdaq 100, el índice tecnológico que menos está celebrando la noticia, ya que muchas de las firmas que lo componen no han sufrido tanto el impacto del coronavirus. Incluso, algunas han conseguido mejores resultados como consecuencia, y en los últimos meses su comportamiento en bolsa venía siendo mucho mejor que el de los índices más diversificados, que no se centran en el sector tecnológico.

Por su parte, el índice de pequeñas y medianas empresas estadounidenses, el Russell 2000, se movía a media sesión con una subida del 4,80%, hasta los 1.723 puntos, muy cerca de los 1.740 puntos que alcanzó en 2018 y todavía hoy son máximos históricos para el selectivo.

Una de las noticias del año.

Aunque todavía quedan muchos flecos por cortar y aún es necesario conocer qué opinan los expertos independientes del estudio al que ha hecho referencia la farmacéutica americana, no hay duda de que esta puede ser la noticia más importante del año, y una de las más importantes de las últimas décadas, y ha conseguido desencadenar la primera gran reacción alcista de las bolsas desde hace meses.

Los avances que han experimentado las bolsas en la primera jornada de esta semana sólo han sido superados en 2020 por las que vivieron cuando los grandes bancos centrales, el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (Fed) consiguieron aplacar el pánico a finales del primer trimestre y principios del segundo.

Una vez se confirmó la liquidez masiva que introducían estos organismos, y también los apoyos que consiguieron aprobar los gobiernos de la zona euro y los principales partidos políticos estadounidenses para parar la sangría económica derivada de los confinamientos, las esperanzas de las bolsas quedaban depositadas sobre todo, en el plano sanitario. Cualquier noticia que pudiese mejorar la expectativa de volver a la normalidad, previa al Covid-19, lo antes posible, parecía ser uno de los pocos catalizadores que le quedaban a las bolsas por delante.

Ahora, con las elecciones estadounidenses encauzadas para el demócrata Joe Biden, pero sin control del Senado por parte del partido al que pertenece, las políticas que anuncie el que parece que será nuevo presidente de Estados Unidos son otro de los focos de interés para los mercados.

Qué descuentan los mercados.

Los mercados han comprado que este ha sido un paso decisivo para la vuelta a la normalidad. «Este ha sido un paso crucial para l a vuelva a la normalidad», explica Jaylen Mammadova, responsable de sectores globales de Third Bridge, una consultora especializada en inversión.

«Es una vacuna de primera generación que ayudará a los políticos de cara a recuperar la normalidad en nuestras vidas», explica, pero avisan de que todavía no se puede considerar una solución definitiva para el coronavirus. «La idea de que esto vaya a ser una bala de plata contra el Covid-19 puede estar equivocada. Aún queda por saber cuánto dura la inmunidad, por lo que hay que ser cautelosos con la tasa de efectividad del 90% de la que se está hablando», concluye.